Encontramos coníferas en la Isla Norte debido a que en esta región las condiciones climáticas son favorables para la expansión de estos bosques (veranos cálidos, inviernos fríos y pluviosidad suficiente durante todo el año).
En cambio en la isla sur encontramos bosques caducifolios ya que las temperaturas durante todo el año son frías, aún a pesar de la gran cantidad de precipitación que cae en las vertientes orientadas hacia el norte.
1.3.1. Flora: Nueva Zelanda es un país de verdor, de vegetación densa. Se considera que el verdadero bosque, el bush (El bush es un término inglés utilizado en geografía rural para describir paisajes de sabanas, matorrales y bosques de tipo mediterráneo, poco cultivados y poco poblados. El término inglés bush significa arbusto. Se refiere principalmente a regiones de Australia y Nueva Zelanda, pero también a zonas de Alaska alejadas de la red de carreteras. En Sudáfrica se llama fynbos), cubría en otra época la mayor parte de las dos islas: el fuego y el ganado lanar han transformado el paisaje de Nueva Zelanda, que se nos presenta hoy, en grandes superfícies, como un país deforestado.
El bush neozelandés sigue ocupando amplias zonas en las montañas de más difícil acceso, sobre todo en los Alpes de la Isla Sur. Es un bosque de gran originalidad por su flora, cuyas especies son endémicas en su mayor parte, como las australianas. De acuerdo con las variaciones climáticas, el bosque ofrece tres aspectos distintos:
a) un tipo subtropical en la península norte: el majestuoso kauri, conífera de la que apenas quedan ejemplares.
Kauri
b) El bosque austral (bosque de <<rimu>> y <<totara>>), de las coníferas a las que acompaña un sotobosque muy denso y siempre verde de lianas, epifitas y espléndidos helechos arborescentes.
Bosque Austral
c) El bosque subantártico, en las montañas de la Isla Sur: Hayas magníficas de pequeñísimas hojas, a menudo persistentes, y su sotobosque musgoso rezumante de humedad.
Bosque subantártico
Junto al bosque ocupaban extensiones apreciables otras dos formaciones vegetales:
a) la estepa de tussock, en las zonas más áridas y más secas, sobre todo en la región de Canterbury.
b) La pradera alpina, entre el bosque y las nieves perpetuas, con sus deliciosos macizos de flores primaverales.
Pradera Alpina
Tres tipos de formaciones vegetales han sustituido a la vegetación natural allí dónde ésta ha sido destruida por el hombre.
a) las plantas importadas para los prados, los pastizales y los cultivos han cubierto una gran parte de las llanuras, colinas y bajas montañas. Sauces, álamos y coníferas europeas han completado la total transformación del paisaje.
b) El matorral disputa el terreno a la pradera: tanto el tussock como el manuka, que la oveja no come, cubren las tierras desatendidas y se instalan en los bosques quemados. A estas plantas indígenas se añaden el piorno, la retama, y otras plantas que introdujeron los primeros colonos con la intención de reconstruír un paisaje que les recordara el de las Islas Británicas.
c) La repoblación forestal reciente. Nueva Zelanda siente hoy la falta de madera comercial. Ha habido necesidad de repoblar. Y como el bush se regenera con dificultad y lentitud, la administración ha recurrido a la plantación de coníferas europeas o americanas cuyas bien delimitadas parcelas caracterizan ya el paisaje de algunas regiones (sudeste de Rotorua).
1.3.2. La fauna: la fauna neozelandesa destaca por:
a) la conservación de formas arcaicas, desconocidas en el resto del mundo, como
b) su pobreza de conjunto. El único mamífero indígena es el murciélago. En cambio no hay animales dañinos, serpientes o insectos venenosos.
c) la abundancia de aves: la ausencia de carnívoros les ha permitido multiplicarse e incluso degenerar. Los hay que dejaron de volar, como el weka y el notornis. Los últimos <<moa>>, una variedad de avestruz que alcanza los 3 ó 4 m, han sido aniquilados por los maoríes.
Quedan algunos <<kivis>>, a los que ya no se les notan las alas y cuyas plumas dan la impresión de pelo.
Moa
Weka
Quedan algunos <<kivis>>, a los que ya no se les notan las alas y cuyas plumas dan la impresión de pelo.
Kiwi
En competencia con la fauna introducida por los europeos, muchas de las aves neozelandesas están amenazadas de extinción a pesar de la creación de reservas cuidadosamente protegidas. En su mayor parte los animales que viven en Nueva Zelanda son importados (48 especies de mamíferos y 130 aves).
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